El laboratorio de FOLAN

«Estamos aquí para torturar el producto, ponerlo en las condiciones más delicadas para ver cómo reacciona»: Saïd Benamara, ingeniero del laboratorio de pruebas y ensayos de FOLAN, explica los retos y misiones del departamento de laboratorio.

¿Por qué un departamento de laboratorio en FOLAN?

Departamento interno de FOLAN, el Laboratorio tiene varios objetivos: realizar un cierto número de pruebas de validación de productos y materias primas, validar los cambios de proceso y garantizar la calidad de los productos. Estamos en una lógica de mejora continua para desarrollar nuevos productos, nuevos procedimientos…

El laboratorio está en contacto con varias funciones dentro de la empresa: oficina de diseño, compradores, jefes de producto, representantes comerciales.

¿Qué pruebas realiza?

Estamos ahí para torturar el producto, ponerlo en las condiciones más delicadas para ver cómo reacciona. Podemos realizar multitud de pruebas:

• En primer lugar, las pruebas ambientales: se coloca el producto en condiciones representativas de las condiciones externas y se analiza cómo reacciona. Por ejemplo, simulamos de forma normalizada días calurosos, días fríos, variaciones de temperatura, calor húmedo, etc.
• También se realizan pruebas mecánicas: de aplastamiento o de tracción. Si tomamos el ejemplo del conector, probaremos la tracción del cable con respecto al enchufe.
• También disponemos de pruebas ópticas: medición IL/RL de la fibra, medición por interferometría 3D de un conector, medición de concentricidad, pruebas dimensionales. También podemos aplicar pruebas de estanqueidad de cables y cajas y pruebas de impacto o caída.
• Además, también disponemos de dos bancos de medición: uno de gran capacidad (unas 100 fibras) que se asocia a los hornos y otro de baja capacidad, más fácil de desplazar y destinado a los ensayos mecánicos. Estos bancos permiten medir varias fibras mientras se prueban las muestras.

¿Cómo funciona una prueba en la práctica?

Tomemos el ejemplo de la prueba de niebla salina, cuyo objetivo es observar cómo reaccionan los productos metálicos a la corrosión creada por la sal y la orilla del mar. Primero, la preparación: se genera agua salada. A continuación, se pone en marcha la prueba introduciendo los productos en la cámara que crea la niebla salina gracias a un compresor que ayudará a pulverizar el agua. La duración de la prueba depende de las necesidades del cliente. Por último, se recogen las piezas y se comprueba si están oxidadas con una lupa o un microscopio. Cabe señalar que tomamos todas las precauciones para garantizar que ningún elemento externo distorsione la prueba.

¿Cuáles son los resultados finales de las pruebas?

Tras las pruebas realizadas, analizamos una serie de datos que nos permiten obtener curvas con valores mínimos y máximos de variación. Comparamos estos valores con los requisitos normativos del cliente y le entregamos un informe detallado.